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Sigo soñando

ojos

Hoy SUEÑOS «DISPARATE», este blog, cumple cinco años. Y sigo soñando. Hay nostalgia, humor, sueño con la muerte, con serpientes, música, casas, ciudades; dando pasos viajo por el tiempo.

Recorro el mundo, los años e incluso mi cerebro. Mi subconsciente me acompaña, eres pícaro subconsciente, a veces cruel. Cinco años tomando forma, regalándome sueños, caricias, también pesadillas, relatos.

Sigo soñando con palabras.


Cumpleaños de Lola

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Hoy es el cumpleaños de Lola. Felicidades, tú eres la que lo inspiras todo:

Lola y el Dragón.

– Querida Lola, I y II.

Cuando todo empezó.

El fin del mundo y un despiadado país de las maravillas.

– Diario de Lola, I y II.

El cielo tiene suelo.

Cuento de Lola.

La Reina Madre.

El subconsciente de Lola.

Blog de Lola.

Lola inspira, Lola sueña, Lola cuenta historias

Los sueños de Lola.

Lola sueña con Wu Zetian.

Prumprum y Prampram.

Pequeñas grandes reflexiones.

Himalaya.

Baltasar, el cangrejo de coral.

Lo que más me gusta del mundo.

 


Boicoteando según qué

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Lo conocí hace más de un año, en la Feria del Libro de Madrid. Somos compañeros de agencia literaria y se organizaba una cena con varios autores a la que acudimos con entusiasmo. Se llama Juan Luis Marín, y no me cayó nada mal, aunque no hablamos demasiado, estaba sentado en una esquina cerca mía. Poco tiempo después se animó a escribir en un blog que sigo devotamente, por su estilo directo, su manera gamberra de criticar gamberradas y por tener la sensación de pertenecer a ese imaginario muy mío de «nos gustan las mismas cosas». Escritores los dos, quizás de la misma generación atónita. Lo leo, me lee, y gracias a varios «retuiteos» y «me gusta» y comentarios varios no se ha desmadejado del todo ese pequeño hilo de seda que se formó allá por.

Esta noche he soñado con él. Nos lo hemos pasado bien, aunque ahora me avergüenzo un poco de lo que hemos hecho. Nos hemos encontrado en una convención de publicidad. Como los anuncios eran una mierda, todos de productos de limpieza además, y nos aburríamos, hemos decidido beber cava en vasitos de plástico y emborracharnos. Volaba el cava, los vasitos y nosotros por las butacas de la sala donde proyectaban los anuncios.

Nos han echado, claro, de allí. Y hemos pensado que estaría bien acudir a esa casa tan blanca, ¿te acuerdas?, sí, la que se sostiene sobre el espigón del puerto, ¿estás loco? No te atreves… La casa en cuestión tiene un gran muro que hemos utilizado para hacer escalada. Y escalar, y escalar, y luego llegar a la cocina para hacer un pastel. Y entrar en el cuarto de los niños y robar juguetes. «No te atreves…»

¿Y que más? No sé, quizás, me duele todo el cuerpo después de escalar sin parar.


I Have a Dream

Mucho he tardado en titular un post así, teniendo en cuenta la temática del blog.

martin-luther-king


¡Qué hambre!

He soñado con pasteles, no soy muy dulcera, pero me he levantado con un hambre… y he desayunado como nunca. Con la barriga llena me dispongo a contaros el sueño de esta noche.

En mi sueño también tenía un blog, pero no sobre relatos basados en desvelos nocturnos, sino sobre reseñas semanales relacionadas con restaurantes, bares de tapas, pas-te-le-rí-as. Y la pastelería sobre la que hablaba en mi sueño era de lo más exquisita. No me acuerdo del nombre, pero seguro que era un nombre francés, y sólo tenía cuatro tipo de pasteles. Sí, casi como una boutique, con delicias que da pena comerse. Pero sólo cuatro especialidades, y yo nada más que me acordaba de una: galletas de miel. Claro, no soy muy dulcera pero me encantan las galletas. Vaya bloguera que estoy hecha si sólo puedo hablar de una de las especialidades de la pâtisserie.

«Galletas hechas con deliciosa miel, galletas con miel, galletas, galletas…». Mientras tecleo me entran sudores fríos, como si fuera a someterme a un examen final sobre recetas, como si fuera una concursante de La Cocina del Infierno. Para colmo, y no sé la razón (casi nunca lo sé), estoy escribiendo en el cuarto de baño de mi casa. Pero mi casa no es mi casa, como no podría ser de otra manera, sino un cuchitril. En definitiva, que el techo del escusado tiene una grieta enorme y yo no sé si estoy más preocupada por inventar sobre la marcha una receta de magdalenas con pepitas de chocolate o porque se me caiga el techo encima.

Pero oye, la pastelería era encantadoramente exquisita, muy dulce, muy tierna, muy mona. ¡Ostras, se cayó el techo!


Varias vidas

A todos nos gustaría vivir varias vidas, porque la falta de tiempo es un factor clave en nuestra única vida. Hace poco un amigo me preguntó si en este blog se analizaba el porqué de los sueños, si se interpretaban las razones de soñar con situaciones determinadas. “Noooo”, le contesté yo. En este blog cuento relatos, eso sí, basados en los sueños que tengo, que me confieren la posibilidad de vivir varias vidas. En los sueños me interno en el pasado, viajo al futuro, tengo diferentes edades y sexos, y me ocurre cada cosa… Al plasmarlos en este blog les doy forma de relato, de cuento o microcuento, les doy alma, la posibilidad de permanecer en mi memoria (aunque a mí no se me olvida nada) y a la vez contaros que sí, que se pueden vivir varias vidas (para dotar a la tuya de mayor sentido). Al fin y al cabo ésa es una de las razones de ser de la literatura.


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