Si sueñas con caricias sientes el resto del día un cosquilleo por todo el cuerpo.
Y ahora, al recordar las caricias, y convertir tus dedos sobre mi piel en palabras, el cosquilleo dirige mi respiración.
Mi piel, que muda como las de las serpientes, recibe las caricias con sorpresa; reacciono de manera arisca recuerdo, pero los dedos van despacio y, acompasado por el ritmo que estás marcando, mi cuerpo se relaja y disfruta las caricias con entusiasmo.
Visítame esta noche si quieres, pero no me despiertes para que no me asuste a tu tacto.