La playa del terror

Estoy deseando ir a la playa. No a la playa, lo que quiero es sumergirme, en el mar, bucear y no salirme del agua hasta septiembre. Pero esta noche he soñado con una playa bastante particular. Tenía que ir a la playa y cuidar allí de mis sobrinas, que en realidad eran mis primas cuando eran pequeñas. Las cosas de los sueños, que moldeamos el tiempo y las edades como el subconsciente quiere.

También estaban mis hijas e iban cambiando de edad según el momento. A veces bebés, a veces mujeres como ahora… bueno, matizo, proyecto de mujeres o eso espero.

Me he ido al agua, pero en vez de poder bucear he tenido que esquivar cuchillas de afeitar voladoras. Como lo estáis leyendo, cuchillas de afeitar (naranjas) voladoras. ¿De dónde salen? No lo sé. Pero al salir del agua desaparecen. Lo que sí aparece es la voz de nuestro presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por un megáfono. Y es curioso, pero me acuerdo perfectamente de lo que dice: «Hago un llamamiento a que luchéis contra los bárbaros que no quieren que os bañéis en la playa y envían las cuchillas. Lo normal en mí, como persona ilustrada, noble descendiente de los ideales del siglo XVIII, es llamar al diálogo y a las buenas formas, pero no en esta ocasión».

Ni idea lo del siglo XVIII a qué viene. En fin, yo os recuerdo que estoy cuidando niñas y que no sé, en otra ocasión iría a la batalla, pero paso, me voy a mi casa, recojo sombrilla (amarilla de rayas) y me las piro. Ya me bañaré en otra ocasión.